Primer premio en el concurso interprovincial de medidas de prevención
Los alumnos del CFGS del Instituto, Daniel Arenas, Pedro García y Alejandro Salguero, han obtenido el primer premio andaluz en el Concurso de Medidas de Prevención de riesgos laborales. Enhorabuena por su excelente trabajo

“Si tus manos hablan cuida tu lengua”
Cuando hablamos de prevención muchas personas piensan en cascos, arneses, ropa especial de trabajo…pero la prevención va mucho más allá y no está únicamente presente en el ámbito laboral. Llevamos siglos realizando tareas de prevención en cualquier ámbito de nuestra vida, es decir, actuamos antes de la aparición de un “mal mayor”. La prevención no es algo nuevo, no es una moda, es algo que nos ha acompañado desde siempre, lo único que muchos de estos sistemas de prevención ya están incorporados a nuestras rutinas diarias sin que esto nos suponga un esfuerzo adicional. La prevención es el método más eficaz que tenemos de protección. En numerosas ocasiones los métodos de protección fallan; no son utilizados correctamente o no usados sin más; no son revisados, etc. y todo ello puede ocasionar la aparición de problemas que afecten a la salud del trabajador o en el peor de los casos provocar la muerte. Las tareas de prevención en el ámbito laboral es cosa de todos, no debe ser responsabilidad de ningún técnico, de ningún jefe, o de los trabajadores exclusivamente, debe ser una acción conjunta en la que participen todos los elementos que configuran el grupo de trabajo y en primera instancia es responsabilidad del trabajador, ya que es su propia salud la que está en juego.
La prevención de riesgos laborales es una ciencia que está presente en todos los sectores laborales, desde el trabajo que puede parecernos más peligroso al más sencillo e inofensivo de todos. Por ello, con esta campaña que presentamos queremos concienciar a la gente sobre el trabajo que realizan los Intérpretes de lengua de signos (ILS) y guía-intérpretes de Personas Sordociegas y las posibles afectaciones que puede sufrir un ILS en el caso de que no se lleven a cabo las medidas necesarias y no desarrolle su trabajo en unas condiciones óptimas. La función básica del ILS es la de servir de puente de comunicación entre la comunidad oyente y la comunidad sorda realizando la interpretación de los mensajes de lengua oral a lengua de signos y viceversa. Estos intercambios pueden durar minutos, horas, e incluso días, a una velocidad vertiginosa lo cual provoca fatiga tanto física como mental. Como ejemplo podríamos decir que un ILS, en el transcurso de una hora de trabajo puede realizar 5280 movimientos de dedos, 3192 movimientos de muñecas y 3540 movimientos de codos, y todos ellos acompañados de movimientos de todos los músculos del tren superior, así como tener que permanecer en muchas ocasiones en pie durante la realización de su trabajo. Si todo ello no se lleva a cabo tomando unas medidas de prevención y protección adecuadas, el ILS empezará a notar mermado su desempeño laboral y la eficacia de su interpretación debido a la aparición de problemas ostemusculares. Cada vez es mayor el número de intérpretes profesionales que experimentan algún tipo de trastorno físico en relación a su trabajo. Todos estos trastornos podemos englobarlos dentro del grupo denominado Alteraciones Motrices Reiterativas (AMR), las cuales incluyen al conjunto de síntomas de carácter inflamatorio en brazos, manos y hombros asociados a movimientos repetitivos y rápidos, y a dolores intensos en cuello, brazos, hombros y espalda. Estas enfermedades vienen provocadas por el uso de dedos, manos y brazos a una velocidad excesiva o a que los ILS sostienen sus brazos alejados del cuerpo durante largos periodo de tiempo. Todo comienza con entumecimientos o dolor en los brazos una vez finalizado el trabajo, pudiendo desaparecer a las pocas horas o prolongarse durante días. El movimiento manual va empeorando gradualmente. Pasados unos meses el dolor en manos, brazos, hombros y espalda se hace insoportable, influyendo no sólo en su trabajo sino en su día a día interfiriendo en el desarrollo de actividades cotidianas (conducir, abrir un tarro, fregar los platos, escribir, coser,…). Por último queda inhabilitado para cerrar el puño o alzar el brazo a la altura del hombro. En un primer momento suelen aparecer como una simple tendinitis pasando a una fase aguda con dolores constantes e incluso alteraciones de tipo nervioso. Parece ser que hay dos razones al menos, por las que aparecen enfermedades de este tipo, por un lado la tensión que se ejerce sobre los huesos, articulaciones y músculos cuando se interpreta y por otro lado la presión psicológica que soporta el intérprete. Los efectos psicológicos y de fatiga son muy importantes ya que debe mantenerse la concentración durante largos periodos de tiempo realizando tareas de codificación y decodificación de mensajes en diferentes códigos comunicativos. En numerosas ocasiones ese estrés viene producido por los elementos externos del servicio de interpretación a realizar (consultas médicas, juicios, procesos penales, defunciones, entrevistas de trabajo,…). El realizar los servicios de interpretación sentados durante horas también puede llegar a provocar alteraciones osteomusculares y articulatorias, sobre todo en la zona lumbar y cervical, añadiéndose a los problemas de las extremidades anteriormente mencionados. Algunas de las enfermedades profesionales que puede sufrir un ILS, si el desempeño de su actividad laboral no se desarrollo en las condiciones óptimas, pueden ser: dolor cervical, dolores de espalda, artritis, artrosis, inflamación articulatoria, aparición de varices, tendinitis, fracturas de esfuerzo, bursitis, epicondilitis, síndrome del túnel carpiano,… La prevención está, en la mayoría de los casos en las manos del ILS, y nunca mejor dicho, ya que debe exigir que se respeten los tiempos de descanso, los tiempos de interpretación (no más de 4 horas seguidas), respetar los turnos entre compañeros, ya que se debe contar con relevos, sillas ergonómicas, buenas condiciones de iluminación y ventilación, etc. así como realizar ejercicios de calentamiento antes y después de un servicio de interpretación.
Con este cartel queremos crear conciencia entre los ILS de lo importante que resulta el desarrollo de nuestro trabajo en unas buenas condiciones para evitar la aparición de dolencias y enfermedades, ya que muchos y muchas ILS pasan por alto este aspecto de la profesión tomándolo en cuenta una vez que ha aparecido el problema, en ese momento puede ser ya tarde para poder ponerle solución. Además esta campaña va dirigida al resto de la sociedad para poder darles a conocer los “peligros” que entrama el desarrollo de esta profesión que a simple vista puede parecer fácil e “inofensiva”, pero a la vez tan necesaria, vital y enriquecedora tanto para los ILS como para las personas sordas. Para ello, hemos realizado un cartel a modo de anuncio de un medicamento, cuyo componente esencial es nada más y nada menos que la prevención personal. Hemos utilizado en el fondo unos colores suaves que nos aportan tranquilidad sobre los cuales, en la parte superior, aparece el eslogan de la campaña “Si tus manos hablan cuida tu lengua”, la lengua de signos, la lengua empleada por las personas sordas para poder comunicarse. Este eslogan aparece integrado perfectamente con la imagen central de dos manos realizando un signo propio de esta lengua, en las que resaltan unos músculos en el antebrazo y una cadena de huesos en uno de los dedos con círculos de dolor para representar las dolencias y alteraciones que se producen en un profesional de la interpretación de lengua de signos. En la parte inferior aparecen las indicaciones y los beneficios que te reportará el uso de “Preventium – Lengua de Signos” que nos otra cosa que gozar de una buena salud en tu trabajo y poder desarrollarlo durante años con unas condiciones excelentes, como el primer día pero ahora contando con el beneficio de la experiencia.